Descripción
¿Y mis Damas de Shanghái? Una chinería. Así es como de común se traduce el término francés chinoiserie (aparecido por primera vez en una novela de Balzac en 1836), que nombra al estilo artístico basado en la imitación de las artes de China y del este asiático en general. Aparecido en el siglo XVI, tuvo su apogeo en los siglos siguientes, al incrementarse el comercio con oriente. De pronto proliferaron por toda Europa pabellones chinos, jardines y pagodas. Asociado con el rococó, fue cultivado por François Boucher, Jean-BaptistePillement, Jean-AntoineWatteau e infinidad de otros artistas y artesanos. Plagado de estereotipos y preconceptos occidentales, se manifestó en la pintura, la cerámica, los empapelados y la arquitectura.
Mi chinería surge de la seducción ejercida por unas imágenes encontradas en internet: unos retratos luminosos, pintados con un realismo ingenuo. Icónicas figuras de sonrientes jóvenes orientales, con peinados occidentales de entreguerras, ataviadas con coloridos y entallados qipaos y rodeadas de flores.
Habitualmente la atracción ejercida por algunas imágenes es lo que me lleva a dibujar y pintar, tomándolas como referenciay, a veces, también a embarcarme en algo así como una investigación (la palabra excede con mucho la tarea, pero es válida). Esta investigación no antecede a las obras, sino que transcurre en forma paralela.
Este relato no trata puntualmente sobre mis pinturas, sino sobre las imágenes que las motivaron, de aquello que fui indagando mientras pintaba mis cuadros. Lo que me atrajo de esos yuefenpai, aún antes de conocer su historia, fue su colorido y su exotismo kitsch. Su ambigua oscilación entre bellas imágenes tangibles y a la vez claramente ilusorias. Su carácter híbrido, de montaje, incluso en los cuerpos y, porque no, los “errores” en las proporciones o en las perspectivas.
Los primeros yuefenpai que vi fueron la puerta de entrada a todo un mundo de imágenes y de historias, en el que me fui sumergiendo y con el que fui reaccionando con mis propias pinturas. Historias que exceden este texto, como la introducción de la litografía en China, las obras de las pintoras modernas chinas en estilo occidental o el destino de muchas damas de Shanghái como mujeres de confort del ejército japonés.
Damas de Shanghái, esta reunión de grandes pinturas, de retratos dibujados y de pinturas de jarrones y urnas funerarias, tiene la intención de serun homenaje a los artistas que me influenciaron y, por sobre todo, a las mujeres. A las de Shanghái de entonces y a las actuales.
Curador: Daniel García
Inauguración: 23/10/18 – 19:30
Lugar: Espacio de Arte de la Fundación OSDE